El personal de cocina de los Centros de Rehabilitación Social (CRS) de Cuenca, Azogues y Cañar aprendió sobre el manual de Prácticas correctas de higiene y  manipulación de alimentos, con la finalidad de garantizar salubridad durante el proceso de preparación y cocción de la comida para evitar posibles enfermedades en la población carcelaria.

La capacitación estuvo a cargo de técnicos de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), quienes indicaron el correcto almacenamiento de los alimentos secos, carnes, frutas y verduras; las temperaturas adecuadas para mantener los productos y sobre todo, cómo evitar las enfermedades transmitidas por alimentos (ETAs).

En Cuenca y Azogues participaron 20 personas que laboran en el área de cocina y se encargan de la alimentación de más de 2 500 personas privadas de la libertad de Azuay y Cañar. Esta actividad se coordinó con los CRS, debido a la necesidad de prevención de enfermedades en este grupo poblacional.

Pablo González, técnico de Arcsa, indicó el rol importante que cumplen los manipuladores de alimentos, desde el uso de la indumentaria hasta el correcto lavado de manos: “Si no se cumplen las normas básicas se pueden generar contaminaciones físicas, químicas y hasta biológicas, dependiendo del espacio en donde se preparen los alimentos”, explicó.

Posterior a esta capacitación se tiene previsto realizar inspecciones al área de cocina, al personal y a los espacios en donde se almacenan los productos en los CRS de estas ciudades, para evidenciar el cumplimiento de la normativa sanitaria y la aplicación de las guías básicas que les fueron impartidas.

 

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