El pasado 4 de agosto, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), a través de su Coordinación Zonal 6, conjuntamente con la Gobernación del Azuay, Ministerio del Interior, Intendencia del Azuay, Policía y Ejército Nacional, la Empresa de Movilidad, Tránsito y Transporte (EMOV-EP) y la Policía Municipal, realizaron una intervención en una zona de conflicto de la ciudad de Cuenca.

Según Santiago Correa, coordinador del Ministerio del Interior, el objetivo de esta acción fue el de prevenir la actividad delictiva, así como la presencia de menores de edad, venta de licor sin Notificación Sanitaria y el cumplimiento de los horarios de atención permitidos. Las instituciones encargadas de velar por la seguridad ciudadana cumplieron su labor en esta zona hasta la madrugada del domingo 5 de agosto.

Durante el operativo se hizo un control de establecimientos y el cacheo a los transeúntes del sector para evitar la tenencia de armas y sustancias estupefacientes. Los agentes de tránsito retuvieron varios vehículos que no tenían la documentación en regla y detuvieron a conductores por manejar en estado de embriaguez; además, ciudadanas extranjeras fueron citadas por hacer mal uso de su categoría migratoria como prestadoras de servicios sexuales, y se retiraron puestos de comidas que estaban instalados en las aceras.

Por su parte, los técnicos de Arcsa pudieron encontrar que algunos centros nocturnos no contaban con procedimientos por escrito relacionados con la limpieza y desinfección de sus instalaciones, no tenían un programa definido para el control de plagas, y en algunos de ellos se comercializaban licores y bebidas gaseosas caducados.

 

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