La reciente temporada invernal ha generado serias afectaciones en varios cantones de Manabí, siendo los más perjudicados Manta, Jaramijó y Chone.  La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos determinó que existen más de 4000 damnificados, por lo que se los está ubicando en refugios temporales hasta que cesen las lluvias y puedan retornar a sus lugares de origen.

Con el fin de garantizar que el agua que se les está distribuyendo es segura y apta para el consumo, personal técnico de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) realizó análisis a la calidad del líquido almacenado en los tanques de distribución de los albergues, en cuanto a cloro, pH y turbidez.

Además se revisaron las condiciones sanitarias de los refugios, en cuanto a infraestructura, baterías sanitarias, camas y colchones, con el fin de verificar que cumplan los parámetros básicos de higiene para el bienestar de los damnificados.

Con estas acciones, Arcsa cumple su misión de trabajar para precautelar la salud de todos los ciudadanos, particularmente de quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad.

 

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