La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria, Arcsa, pone en conocimiento a la ciudadanía que los medicamentos falsificados, adulterados o alterados representan un grave problema en muchos países y en todas las regiones.  No hay países que estén libres de este problema, desde Norteamérica y Europa hasta el África subsahariana, Asia sudoriental y América Latina.

Lo que en un tiempo se consideró un asunto exclusivo de los países en desarrollo y de bajos ingresos, se ha convertido en un problema para todos.  Con el aumento exponencial de las conexiones a internet, los implicados en la fabricación, distribución y suministro de productos médicos de calidad subestándar, espurios, de etiquetado engañoso, falsificados o de imitación (SSFFC) han logrado acceder a un mercado mundial.

Son una amenaza creciente que puede afectar no solo nuestra salud, sino también la economía de los países y otros factores de vital importancia.

Con su distribución se pone en juego la salud de los individuos y su propia vida; sin embargo, se trata de un problema creciente porque representa un negocio lucrativo para las personas malintencionadas que los introducen en los principales canales de distribución del sector farmacéutico.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que los productos médicos de calidad subestándar, espurios, de etiquetado engañoso, falsificados o de imitación (SSFFC) suponen un riesgo inaceptable para la salud pública, ya que:

  • Pueden causar daños a los pacientes y no ser eficaces en el tratamiento de las enfermedades a las que se destinan.
  • Producen falta de confianza en los medicamentos, los profesionales sanitarios y los sistemas de salud.
  • Afectan a todas las regiones del mundo.
  • La OMS ha sido notificada de la existencia de productos médicos de calidad subestándar, espurios, de etiquetado engañoso, falsificados o de imitación (SSFFC) en todas las categorías terapéuticas principales, entre ellas medicamentos, vacunas y productos para el diagnóstico in vitro.
  • Los antipalúdicos y los antibióticos se encuentran entre los productos médicos de calidad subestándar, espurios, de etiquetado engañoso, falsificados o de imitación (SSFFC) notificados con más frecuencia.
  • Se falsifican tanto medicamentos genéricos como medicamentos innovadores, desde antineoplásicos muy caros hasta analgésicos muy baratos.
  • Se pueden encontrar en mercados callejeros ilegales, en sitios web no regulados e incluso en farmacias, dispensarios y hospitales.

Productos falsificados

Es cualquier producto cuya presentación sea falsa y genere un engaño al consumidor con respecto a:

  1. Su identidad, incluidos el envase y etiquetado, el nombre o composición en lo que respecta a cualquiera de sus componentes, incluidos los excipientes y la dosificación de dichos componentes.
  2. Su origen, incluidos el fabricante, el país de fabricación, el país de origen y el titular de la autorización de comercialización.
  3. Su historial, incluidos los registros y documentos relativos a su calidad, seguridad, eficacia, importación, exportación, comercialización, fecha de fabricación, fecha de vencimiento.

Revíselo en la página web de Arcsa. 

Nota: Conozca la descripción de un medicamento en la página web de Arcsa en la opción Bases de Datos – Medicamentos.

Si detectas alguna de estas irregularidades, denuncia ahora el producto y el sitio donde lo distribuyen en nuestros puntos focales: