Técnicos de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) visitan plantas de elaboración de productos alimenticios que cuentan con certificación en “Buenas Prácticas de Manufactura”, con el objetivo de constatar el cumplimiento de la normativa técnica sanitaria.

Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) son políticas que al ser implementadas en una industria aseguran un estricto control de la calidad de los alimentos, a lo largo de la cadena de producción, distribución y comercialización.

A través del Decreto Ejecutivo 3253 se determinó a la Agencia como la institución encargada de emitir los certificados de BPM.

El establecimiento que se encuentra acreditado en BPM asegura el cumplimiento de los principios básicos y prácticas generales de higiene en la manipulación, preparación, elaboración, envasado y almacenamiento de alimentos para consumo humano, de esta forma se garantiza que el producto ha sido elaborado en las condiciones sanitarias adecuadas.

Tatiana Guevara, Coordinadora Zonal 3 de Arcsa, informó que “el seguimiento que se realiza a las empresas que cuentan con certificación BPM, permite verificar procesos documentales, técnicos y productivos implementados por las industrias, para vigilar el cumplimiento de la normativa y el tiempo de vigencia del certificado, que es de 5 años”.

Durante las visitas, el equipo técnico verifica las condiciones higiénico-sanitarias de todas las áreas de producción, desde la recepción de las materias primas, procesamiento, envasado, almacenamiento y transporte de los alimentos, con el objetivo de garantizar la inocuidad y calidad de los procesos y de los productos a la ciudadanía.

La implementación de las BPM es uno de los avances para fomentar al cambio de la Matriz Productiva, a través del cumplimiento de la normativa que tiene como objetivo garantizar la inocuidad y la calidad de los alimentos procesados que se consumen.

 

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